Mi experiencia de Terremoto

Cuando ocurrió el terremoto, estaba en clase en UDLAP. Al principio no sabía lo que estaba sucediendo, pero de repente todo el mundo entró en pánico y evacuó el edificio. Después de eso estábamos todos afuera y vi todo temblar. Yo estaba muy asustado y comencé a tener un ataque de pánico, pero por suerte mi amiga Roosmarie trató de calmarme. Luego, una vez que terminó, llamé a mi familia para hacerles saber que estaba bien. Fui a casa y no había electricidad o agua en mi casa por alrededor de 5 horas. En la noche no pude dormir porque estaba demasiado asustada.

Al día siguiente, fui a un centro de acopio y comencé a recolectar donaciones con Roosmarie, de nuestros amigos y familia en Europa. Fuimos capaces de recoger un montón de dinero con el que compramos alimentos, artículos de higiene, mantas y almohadas para las víctimas en los pequeños pueblos.

Después de organizar y empacar todas las donaciones, el jueves y el viernes, fuimos a los pueblos dañados de Puebla, fuimos a Morelos el sábado.
Fue una experiencia apabullante y que nunca olvidaré. Estoy muy agradecida de haber podido ayudar a personas que no recibieron ninguna otra ayuda. También me ayudó a procesar el evento un poco, pero todavía no estoy completamente bien con el. Vi tanto daño y sufrimiento en los pueblos. Lo que más me impactó fue que la gente nos estaba muy agradecida y que compartían sus historias conmigo y me bendijeron por mis acciones.

Estoy muy, muy contenta de haber conseguido involucrarme con la comuinidad mexicana y ser capaz de ayudarles de cualquier manera que pueda. También estoy agradecida con mis amigos y familia en casa, que donaron dinero.